Seguro que os ha pasado alguna vez, después de freír croquetas, hamburguesas u otros platos, que no os quedan cremosos por dentro o simplemente revientan, ¿verdad?
Esto podría deberse a que los fríes mientras aún están congelados. Fríelos cuando estén blandos.
Además de ser más rápidos, se freirán y colorearán de manera uniforme, y la crema quedará cremosa y tibia por dentro.
Pruébalo.